27

27.02.2013 17:07

Pro 27:1  No te jactes del día de mañana;
Porque no sabes qué dará de sí el día.(A)
Pro 27:2  Alábete el extraño, y no tu propia boca;
El ajeno, y no los labios tuyos.
Pro 27:3  Pesada es la piedra, y la arena pesa;
Mas la ira del necio es más pesada que ambas.
Pro 27:4  Cruel es la ira, e impetuoso el furor;
Mas ¿quién podrá sostenerse delante de la envidia?
Pro 27:5  Mejor es reprensión manifiesta
Que amor oculto.
Pro 27:6  Fieles son las heridas del que ama;
Pero importunos los besos del que aborrece.
Pro 27:7  El hombre saciado desprecia el panal de miel;
Pero al hambriento todo lo amargo es dulce.
Pro 27:8  Cual ave que se va de su nido,
Tal es el hombre que se va de su lugar.
Pro 27:9  El ungüento y el perfume alegran el corazón,
Y el cordial consejo del amigo, al hombre.
Pro 27:10  No dejes a tu amigo, ni al amigo de tu padre;
Ni vayas a la casa de tu hermano en el día de tu aflicción.
Mejor es el vecino cerca que el hermano lejos.
Pro 27:11  Sé sabio, hijo mío, y alegra mi corazón,
Y tendré qué responder al que me agravie.
Pro 27:12  El avisado ve el mal y se esconde;
Mas los simples pasan y llevan el daño.
Pro 27:13  Quítale su ropa al que salió fiador por el extraño;
Y al que fía a la extraña, tómale prenda.
Pro 27:14  El que bendice a su amigo en alta voz, madrugando de mañana,
Por maldición se le contará.
Pro 27:15  Gotera continua en tiempo de lluvia
Y la mujer rencillosa, son semejantes;
Pro 27:16  Pretender contenerla es como refrenar el viento,
O sujetar el aceite en la mano derecha.
Pro 27:17  Hierro con hierro se aguza;
Y así el hombre aguza el rostro de su amigo.
Pro 27:18  Quien cuida la higuera comerá su fruto,
Y el que mira por los intereses de su señor, tendrá honra.
Pro 27:19  Como en el agua el rostro corresponde al rostro,
Así el corazón del hombre al del hombre.
Pro 27:20  El Seol y el Abadón nunca se sacian;
Así los ojos del hombre nunca están satisfechos.
Pro 27:21  El crisol prueba la plata, y la hornaza el oro,
Y al hombre la boca del que lo alaba.
Pro 27:22  Aunque majes al necio en un mortero entre granos de trigo majados con el pisón,
No se apartará de él su necedad.
Pro 27:23  Sé diligente en conocer el estado de tus ovejas,
Y mira con cuidado por tus rebaños;
Pro 27:24  Porque las riquezas no duran para siempre;
¿Y será la corona para perpetuas generaciones?
Pro 27:25  Saldrá la grama, aparecerá la hierba,
Y se segarán las hierbas de los montes.
Pro 27:26  Los corderos son para tus vestidos,
Y los cabritos para el precio del campo;
Pro 27:27  Y abundancia de leche de las cabras para tu mantenimiento, para mantenimiento de tu casa,
Y para sustento de tus criadas.