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01.03.2013 14:56

Hijo mío, escucha las correcciones de tu padre y no abandones las enseñanzas de tu madre.
Pro 1:9  Adornarán tu cabeza como una diadema; adornarán tu cuello como un collar.
Pro 1:10  Hijo mío, si los pecadores quieren engañarte, no vayas con ellos.
Pro 1:11  Éstos te dirán: «¡Ven con nosotros! Acechemos a algún inocente y démonos el gusto de matar a algún incauto;
Pro 1:12  traguémonos a alguien vivo, como se traga el sepulcro a la gente; devorémoslo entero, como devora la fosa a los muertos.
Pro 1:13  Obtendremos toda clase de riquezas; con el botín llenaremos nuestras casas.
Pro 1:14  Comparte tu suerte con nosotros, y compartiremos contigo lo que obtengamos.»
Pro 1:15  ¡Pero no te dejes llevar por ellos,[a] hijo mío! ¡Apártate de sus senderos!
Pro 1:16  Pues corren presurosos a hacer lo malo; ¡tienen prisa por derramar sangre!
Pro 1:17  De nada sirve tender la red a la vista de todos los pájaros,
Pro 1:18  pero aquéllos acechan su propia vida[b] y acabarán por destruirse a sí mismos.
Pro 1:19  Así terminan los que van tras ganancias mal habidas; por éstas perderán la vida.
Pro 1:20 
Advertencia contra el rechazo a la sabiduría
Clama la sabiduría en las calles; en los lugares públicos levanta su voz.
Pro 1:21  Clama en las esquinas de calles transitadas; a la entrada de la ciudad razona:
Pro 1:22  «¿Hasta cuándo, muchachos inexpertos, seguirán aferrados a su inexperiencia? ¿Hasta cuándo, ustedes los insolentes, se complacerán en su insolencia? ¿Hasta cuándo, ustedes los necios, aborrecerán el conocimiento?
Pro 1:23  Respondan a mis reprensiones, y yo les abriré mi corazón;[c] les daré a conocer mis pensamientos.
Pro 1:24  Como ustedes no me atendieron cuando los llamé, ni me hicieron caso cuando les tendí la mano,
Pro 1:25  sino que rechazaron todos mis consejos y no acataron mis reprensiones,
Pro 1:26  ahora yo me burlaré de ustedes cuando caigan en desgracia. Yo seré el que se ría de ustedes cuando les sobrevenga el miedo,
Pro 1:27  cuando el miedo les sobrevenga como una tormenta y la desgracia los arrastre como un torbellino.
Pro 1:28  »Entonces me llamarán, pero no les responderé; me buscarán, pero no me encontrarán.
Pro 1:29  Por cuanto aborrecieron el conocimiento y no quisieron temer al SEÑOR;
Pro 1:30  por cuanto no siguieron mis consejos, sino que rechazaron mis reprensiones,
Pro 1:31  cosecharán el fruto de su conducta, se hartarán con sus propias intrigas;
Pro 1:32  ¡su descarrío e inexperiencia los destruirán, su complacencia y necedad los aniquilarán!
Pro 1:33  Pero el que me obedezca vivirá tranquilo, sosegado y sin temor del mal.»